En este espacio iré colgando inquietudes y pensamientos, algunos os ayudaran, otros quizá no, pero como la vida misma, hay cosas que ignoramos, y otras en cambio, permutan la dirección en la que avanzábamos.
miércoles, 14 de agosto de 2013
Lo etereo
El océano es tan inmenso, para que en medio de él, podamos
apreciar lo importantes que son las pequeñas cosas.
YA SÉ QUE ESTE TEXTO NO ES UN COMENTARIO A LO ANTERIOR, PERO COMO NO VEO MANERA DE QUE LO LEAS, TE LO INGRESO AQUÍ:
"Cuento de las Ranitas, de Jorge Bucay: Había una vez dos ranas que cayeron en un recipiente de nata. Inmediatamente sintieron que se hundían; era imposible nadar o flotar mucho tiempo en esa masa espesa como arenas movedizas. Al principio, las dos patalearon en la crema para llegar al borde del recipiente pero era inútil, sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Sintieron que cada vez era más difícil salir a la superficie a respirar. Una de ellas dijo en voz alta: - No puedo más. Es imposible salir de aquí, esta materia no es para nadar. Ya que voy a morir, no veo para qué prolongar este dolor. No entiendo qué sentido tiene morir agotada por un esfuerzo estéril.
Y dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapídez siendo literalmente tragada por el espeso líquido blanco. La otra rana, más persistente o quizás más tozuda, se dijo: - No hay caso! Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Sin embargo ya que la muerte me llega, prefiero luchar hasta mi último aliento. No quisiera morir un segundo antes de que llegue mi hora. Y siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar un centímetro. Horas y horas! De pronto ... de tanto patalear y agitar, agitar y patalear...la nata, se transformó en mantequilla. La rana sorprendida dio un salto y patinando llegó hasta el borde del pote. Desde allí, sólo le quedaba ir croando alegremente de regreso a casa."
Gracias por tu aporte Ángeles, preciosa fabula, complementa la frase que escribí, a veces al mirar al pasado, nos damos cuenta de que gracias a nuestra persistencia estamos donde siempre quisimos, pero con la diferencia que miramos atrás desde el presente.
YA SÉ QUE ESTE TEXTO NO ES UN COMENTARIO A LO ANTERIOR, PERO COMO NO VEO MANERA DE QUE LO LEAS, TE LO INGRESO AQUÍ:
ResponderEliminar"Cuento de las Ranitas, de Jorge Bucay:
Había una vez dos ranas que cayeron en un recipiente de nata.
Inmediatamente sintieron que se hundían; era imposible nadar o flotar mucho tiempo en esa masa espesa como arenas movedizas. Al principio, las dos patalearon en la crema para llegar al borde del recipiente pero era inútil, sólo conseguían chapotear en el mismo lugar y hundirse. Sintieron que cada vez era más difícil salir a la superficie a respirar.
Una de ellas dijo en voz alta:
- No puedo más. Es imposible salir de aquí, esta materia no es para nadar. Ya que voy a morir, no veo para qué prolongar este dolor. No entiendo qué sentido tiene morir agotada por un esfuerzo estéril.
Y dicho esto, dejó de patalear y se hundió con rapídez siendo literalmente tragada por el espeso líquido blanco.
La otra rana, más persistente o quizás más tozuda, se dijo:
- No hay caso! Nada se puede hacer para avanzar en esta cosa. Sin embargo ya que la muerte me llega, prefiero luchar hasta mi último aliento. No quisiera morir un segundo antes de que llegue mi hora.
Y siguió pataleando y chapoteando siempre en el mismo lugar, sin avanzar un centímetro. Horas y horas!
De pronto ... de tanto patalear y agitar, agitar y patalear...la nata, se transformó en mantequilla.
La rana sorprendida dio un salto y patinando llegó hasta el borde del pote.
Desde allí, sólo le quedaba ir croando alegremente de regreso a casa."
Gracias por tu aporte Ángeles, preciosa fabula, complementa la frase que escribí, a veces al mirar al pasado, nos damos cuenta de que gracias a nuestra persistencia estamos donde siempre quisimos, pero con la diferencia que miramos atrás desde el presente.
ResponderEliminar